HISTORIA DEL AEROPUERTO SANTIAGO VILA

SE INICIA LA ERA VILA: EL HOMBRE QUE ENSEÑÓ A VOLAR A LOS TOLIMENSES
 
Don Santiago Vila Escobar. Fundador del Aeropuerto de Flandes

Para el año de 1946 se empieza a escribir una nueva historia de nuestra aviación regional con la aparición de don SANTIAGO VILA ESCOBAR, fundador en ese año de la SOCIEDAD AERONAUTICA DEL TOLIMA S.A. “SAETA”.

Don SANTIAGO VILA ESCOBAR nació el 8 de noviembre de 1915 en Bogotá, pero como sus antecesores y sus descendientes, pasó la mayor parte de su vida en el Tolima, más específicamente en la hacienda El Vergel. Por razones de distancia, a sus padres Carlos Vila y María Escobar les quedó más fácil conseguir un maestro que viviera en la finca y les enseñara las materias básicas de la educación primaria, que enviar a sus tres primeros hijos diariamente a estudiar a Ibagué. Coincidió el final de los primeros estudios de SANTIAGO VILA, con el nombramiento de su padre como diplomático en Suiza. Hizo estudios superiores en Suiza y en Francia y también aprendió inglés y francés. Concluida la etapa europea los Vila regresaron al país.

Sus padres vuelven a la finca, mientras que SANTIAGO inicia sus estudios de derecho en la universidad del Rosario en Bogotá. Como su padre no se sentía bien, reclamó su presencia en el Vergel, para que se hiciera cargo de los negocios, circunstancia que le impidió graduarse como abogado.

Consciente de sus responsabilidades, VILA ESCOBAR asumió con firmeza su rol de finquero, y se sumergió en las actividades cafeteras, paneleras y ganaderas, fomentadas desde los tiempos de su bisabuelo.

Se casó con doña Alicia Mejía Caicedo a la edad de 24 años y de esta unión nacieron Carlos Enrique, María Victoria, Santiago José, Patricia, Bernardo, Adriana (q.e.p.d.), Mauricio y Ernesto, todos ibaguereños y criados en la finca.

Como ya se había reseñado, Don SANTIAGO VILA fundó SAETA en 1946 y era usual en esa época que las aerolíneas también eran las dueñas de los aeropuertos base; para ello tuvo que comprarle los terrenos a la familia Raad y construir el aeródromo de Perales en Ibagué y construir también la carretera para llegar hasta el aeropuerto desde Mirolindo.

Inauguración del Aeropuerto a bordo de un DOUGLAS DC-3

Los aviones DOUGLAS DC-3 que operó la compañía se compraron en Atlanta – Georgia – USA -, ya que allí existía un gran parque de estos aviones que habían formado parte activa del escuadrón aéreo de la segunda guerra mundial y SANTIAGO VILA viajó acompañado de dos de sus mecánicos para conocer las características de estos aviones y acondicionarlos a las necesidades de SAETA.

La Junta Directiva de SAETA estuvo compuesta por los siguientes miembros: Enrique Mejía Henao, Marco J. Ramírez, Guillermo Molano, Santiago Rendón, Rafael Lema Londoño, Rafael García, Roberto Vélez y Joaquín Emilio Hoyos. La secretaria General fue doña Jonny Díaz de Guzmán y el Gerente Nacional don SANTIAGO VILA ESCOBAR.

Las rutas iniciales fueron de Bogotá a Ibagué, a Neiva y a Cartago y el 14 de junio de 1947 inauguró la ruta a Cali y a Cartagena.

Don SANTIAGO VILA describía a SAETA como una empresa de pobres, de muchos pobres, los accionistas llegan a 1.600 y está empeñada en servir a todos los colombianos y especialmente a los nacidos en el Tolima. El valor de cada acción era de $10, oo (diez pesos) y don SANTIAGO tenía invertido en acciones un capital de $32.000, oo (treinta y dos mil pesos).

La prontitud con la que los aviones acortaron las distancias, hizo que las comunidades de Chaparral, Mariquita y Girardot, solicitaran el servicio aéreo de SAETA.

SANTIAGO VILA viaja nuevamente en 1948 a Atlanta – Georgia a adelantar estudios de pilotaje y a comprar el tercer DC-3 para SAETA. El 9 de abril de 1948, día de el “Bogotazo” los campos se llenaron de violencia en Colombia, especialmente en el Tolima y don SANTIAGO se comunicaba con su familia todos los días desde los Estados Unidos a través de cablegramas y complicados saltos telefónicos para mantenerse al tanto de la situación en su finca. Una vez recobrada la aparente calma y graduado como piloto, ese mismo año regresa al país con la idea de abrir la ruta Bogotá – Flandes – Ibagué. Se desplaza a la población de Flandes en el Tolima, en compañía de algunos de los pilotos americanos que tenía SAETA, que a su vez eran los instructores de los pilotos colombianos de la compañía, e hicieron el estudio de los terrenos para la ubicación del aeródromo de Flandes, concluyendo que los ideales eran los que tenían como propietaria a doña Mery de Echavarría, destacándolos como los de mejor posición estratégica del país para levantar un aeropuerto alterno al de techo en Bogotá.

Don SANTIAGO luego de convencer a doña Mery y a su esposo para que le vendieran los terrenos y de fijar un precio por los mismos, megáfono en mano, se paraba en las esquinas de las principales calles de Girardot para invitar a sus gentes a comprar acciones de SAETA y así conseguir los recursos para comprar los terrenos. La respuesta de las gentes fue positiva, incluyendo a los de Flandes, se organizaron grupos de voluntarios, para recoger mochila en mano, donaciones callejeras pro aeropuerto de Flandes y también desde los empresarios más importantes del puerto, los medianos y pequeños y aún los emboladores compraron acciones a $10, oo.

Tras esta maratónica labor fue posible que don SANTIAGO pudiera comprar los terrenos e iniciar la construcción del aeródromo de Flandes, que hoy tan justamente lleva el nombre de este gran hombre, visionario y luchador.

El gerente de SAETA en Girardot desde sus inicios fue el distinguido empresario Rafael Manzanera. SAETA ubicó sus oficinas en el aeropuerto de Flandes para la venta de tiquetes, despacho y mantenimiento de los modernos aviones DC-3 y en los almacenes de Rafael Manzanera también se prestaban los servicios de venta de tiquetes y recepción de paquetes y correo, que se trasportaban a Bogotá e Ibagué inicialmente.

Desde Flandes salían tres vuelos diarios hacia Bogotá: a las 8:15, a las 12:45 y a las 3:45.Los domingos desde Ibagué y Flandes despachaban un vuelo especial solo para estudiantes que viajaban a Bogotá, el cual siempre se llenaba.

Los aviones DC-3 tenían capacidad para 32 pasajeros y SAETA tenía de lujo para sus pasajeros y de carga. Los repuestos de los aviones se solicitaban a los Estados Unidos a través del Banco de la República.

Paralelamente al desarrollo del proyecto aeronáutico de Flandes y Girardot, don SANTIAGO fue de los pocos hacendados que permaneció al frente de su finca a pesar de la violencia que se vivía. Armado de valor, con el respaldo de sus empleados, su esposa Alicia y cuatro hijos, todos menores de edad, logró mantener vigente la hacienda El Vergel.

En 1950 SAETA sufrió un terrible accidente saliendo del aeropuerto de Techo en Bogotá con destino a Flandes e Ibagué: a la altura del sitio conocido como El Tablazo el avión se estrelló pereciendo entre otros doña Cecilia de Segura, esposa del chato Segura y mamá de Jimmy Segura.

Sin embargo don SANTIAGO que no se amilanaba ante ningún obstáculo o dificultad, continuó expandiendo las rutas de SAETA e inauguró la de Ibagué – Chaparral. Obviamente también tuvo que adecuar y comprar los terrenos en Chaparral para crear el aeródromo. Según relato de su hijo Santiago José Vila Mejía, el día de la inauguración, en el momento en que el DC-3 tocaba la pista de Chaparral, las gentes desacostumbradas a ver aviones en su pueblo y que se encontraban en gran cantidad, se metieron a la pista de a caballo y de a pie, lo cual causó un gran susto a los pilotos y a los pasajeros del avión entre los que se encontraba don SANTIAGO VILA y no le quedó más remedio a los pilotos que sacar el avión de la pista para no causar una tragedia, terminando el avión bastante averiado al estrellarse contra unas piedras; afortunadamente no hubo ninguna victima fatal, solo algunas lesiones.

El 10 de marzo de 1951, en el periódico EL DIARIO de Girardot, cuyo director era el periodista José J. Niño Espinosa, SAETA anunciaba que a partir de 15 de ese mes abría la ruta a Cali, con un servicio regular de carga y aeroexpresos desde Girardot – Bogotá – Medellín – Cali e Ibagué. Hasta finales de 1952 SAETA le prestó el servicio de transporte de pasajeros, carga, correo y aeroexpresos a Flandes y Girardot, comunicándolos con el Tolima, Valle, Antioquia y la capital de la república.

Lastimosamente el accidente de 1950 había causado grandes pérdidas a SAETA y la operación de la nueva empresa AEROTAXI del Tolima, LANSA y AVIANCA la terminaron absorbiendo. Días más tarde AVIANCA adquirió a SAETA.

Sin embargo, el esfuerzo de SANTIAGO VILA y sus contemporáneos no se hizo en vano, y fue así como las siguientes generaciones imitaron su ejemplo, hasta que lograron conformar la empresa AIRES de hoy en día.

Don SANTIAGO VILA ESCOBAR murió el 17 de julio de 1965 semanas antes de cumplir los 50 años de edad por una afección cardiaca. Pero su legado para el Tolima, Colombia y el mundo permanece latente en las personas que lo conocieron y en los que lo hemos ido conociendo a través de su biografía y obra.

El Tolima y la nación deben a don SANTIAGO la construcción del aeropuerto Perales de Ibagué, el de Chaparral y el SANTIAGO VILA de Flandes, que en sus comienzos se conoció como el Aeropuerto de SAETA.

También fijó y legó las bases para las empresas que hoy dirigen sus hijos. El sueño más importante para don SANTIAGO VILA ESCOBAR fue SAETA. Quienes lo conocieron lo definen como un hombre dinámico, nervioso, batallador para sacar adelante las empresas, dedicado, simpático, sencillo, buen conversador y dotado de un gran carisma, que igual tomaba guarapo y aguardiente con sus trabajadores en la molienda, o un fino whisky con sus amigos en los clubes sociales, o con los presidentes de la República que periódicamente lo visitaban en su hacienda.

Una de las formas de manifestar su gratitud y bondad con los trabajadores, era cediéndoles terrenos para que construyeran sus viviendas, muchas de las cuales ayudó a levantar, fue así como nació el barrio Ambalá en Ibagué.

La trascendencia e importancia de don SANTIAGO VILA, no requiere de análisis detallados y profundos… formó parte de los pioneros, acompañando a aquellos aviadores y mecánicos, que tuvieron la oportunidad de vivir y de sentir esas inolvidables etapas que acompañan cualquier comienzo y que fueron quienes con empeño y mística le dieron cuerpo y alma a la institución aérea colombiana, la vieron nacer, lucharon por ella y la estructuraron. MUCHAS GRACIAS SEÑOR VILA.

(C)Copyright CORAIMA
Corporación Social del Alto Magdalena - CORAIMA. LUIS FELIPE CARDENAS DIAZ: PILOTO COMERCIAL DE AVIONES (Director); Dr. EFRAIN JOSE PASTOR NIEVES: ECONOMISTA, HISTORIADOR (Presidente)

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